Allí, en la esquina atómika que está a mitad de cuadra, nos encontramos los desconocidos de siempre para seguir conspirando contra nosotros mismos.
Construimos muelles en el desierto, en donde nos sentamos a pescar para saciar el hambre de obesos que se quejan de llenos.
Somos el ejemplo ético y moral del cinismo ilustrado, la integridad de la decencia degenerada y el morbo de etiqueta.
Tenemos para ofrecerte miles de preguntas sin respuesta y una multitud de respuestas para las cuales jamás nadie ha formulado una pregunta.
Venite a conspirar contra vos mismo.